El Síndrome de Intestino Corto (SIC) comprende los trastornos Clínicos y Bioquímicos, que son consecuencia directa del aumento de la velocidad de tránsito intestinal debido a una pérdida anatómica (por resección quirúrgica) o funcional de una gran porción del Intestino Delgado.
En líneas generales, se admite que existe Intestino Corto cuando el remante es menor al 50% de la totalidad del Intestino Delgado; sin embargo, esto no determina necesariamente ni la aparición ni la gravedad del SIC asociado, al menos desde el punto de vista Nutricional.
En el contexto del manejo Clínico Nutricional, existen situaciones en las que el SIC podría pasar casi inadvertido o no presentar las complicaciones clásicas relacionadas con esta entidad clínica. Mucho dependerá del segmento afectado y de la forma en que los Nutrientes son reintroducidos. En ciertas ocasiones, por ejemplo, un remante de aproximadamente 2 mt de longitud o 40% de la longitud de un Intestino promedio normal (5 mt en los adultos) podría generar un SIC tan leve que la recuperación del paciente se produciría en unos pocos días.
En situaciones complejas como aquellas en las que el remante intestinal es menor al 10% de lo normal, la Terapia Nutricional está encaminada a responder oportunamente a una avalancha de complicaciones tanto Bioquímicas, Metabólicas como Fisiopatológicas que son consecuencia directa de la resección del órgano; mientras que en otros casos, la resección del órgano generará tan pocas complicaciones, que la Terapia Nutricional deberá hacer frente al cuadro de Deficiencias Múltiples que la enfermedad Intestinal que condujo a la resección había generado previamente en el paciente.
Prescripción de Energía
La Prescripción de Energía se debería hacer, idealmente, con los resultados de una prueba de Calorimetría Indirecta; sin embargo, es tan poco el acceso a este método que se suele emplear fórmulas de regresión para calcular la Tasa Metabólica de Reposo que luego es corregida por factores de Actividad, lesión o temperatura. En
La fórmula de Harris y Benedict es una de las más empleadas para calcular la TMR. Para efectos de este cálculo, si el paciente presentara bajo peso deberá emplearse el peso actual; mientras que si presentara sobrepeso/obesidad o edema, se deberá emplear peso corregido o seco respectivamente.
En relación a los factores de corrección, el factor de Actividad, no debería superar el 1.25; el factor de lesión, fluctuará entre 1.3 y 1.5 dependiendo de las condiciones clínicas del paciente, su Estado Nutricional, la presencia de enfermedades concurrentes entre otros factores; y el factor de temperatura podría variar entre 1.1 y 1.4
Se sugiere iniciar el suministro de energía con no más del 25% de la Prescripción total o 500 Kcal y progresar hasta valores que pueden bordear los 2500 kcal, considerando siempre la edad, la talla, el peso, el Estado Nutricional y la condición clínica del paciente.
Prescripción de proteínas
En un adulto, la Prescripción de proteínas puede fluctuar entre 0.8 g – 1.5 g/kg/d con el objetivo de contribuir a los procesos de cicatrización intestinal y sobre todo a enfrentar las complicaciones propias de un SIC plenamente establecido. En los niños, la Prescripción de proteínas podría fácilmente ser hasta 3 veces lo normal, en aquellas situaciones donde además de las complicaciones propias del SIC, el niño presentara un Estado de Desnutrición severo.
La estructura bioquímica de la proteína a administrar dependerá de la gravedad del SIC presente y de la vía de administración a emplear.
Relación Calorías no Proteicas por gramo de Nitrógeno (CNP)
El CNP puede fluctuar entre 80-180 dependiendo cuál se la condición clínica del paciente. En pacientes complicados severamente, con Estrés Metabólico grave el CNP no debe superar el 100; mientras que en pacientes que se encuentran en franca recuperación, que además deben recuperar cantidades significativas de peso, el CNP podría llegar hasta 180.
Prescripción de Lípidos
En presencia de diarrea, la Prescripción de Lípidos en adultos no debe superar los 0.7 g/kg/d. En ausencia de esteatorrea este valor podría incrementarse hasta 1 g/kg/d. Debido a que es usual la presencia de esteatorrea en el SIC, se suele Prescribir que el aporte no supere los 0.7 g/. Para el caso de los niños, se debe buscar en todo momento cubrir al menos los 40 g/d en promedio que requiere un niño de hasta 10 años.
Tanto en adultos como en niños, se debe tomar en cuenta el uso de Triglicéridos de Cadena Media (TCM).
Prescripción de Carbohidratos
Los carbohidratos suelen completar la Prescripción después de haber cubierto las Proteínas y los Lípidos. En líneas generales, la Prescripción de Carbohidratos en adultos varía entre 4-6 g/kg/d, lo cual representar entre 150 y 250 g/d. En los niños, la Prescripción de Carbohidratos, debe cubrir entre 50 g, para los recién nacidos hasta los 200 g/d para niños de hasta 10 años.
para estos casos aquien en los hospitales rurales los medicos especialistas solicitan dietas sececas serian tan amables de indicarme o darme un ejemple de ellas cecilia hernandez cordova dietista
Estimada Cecilia,
Gracias por tu comunicación. Me podrías precisar a qué te refieres exactamente; no entiendo el término dietas sececas.
Atentamente
Robinson Cruz